sábado, 24 de noviembre de 2018

CÁRCEL


   Hace ya tres años que caminamos por esos parajes tan lejanos, con una geomorfología tan diferente a la que nosotros estamos acostumbrados, que nos bastó para conocer mejor a ese hombre qué recorrió esos mismos senderos hace tanto tiempo y que entregó un mensaje de amor para los hombres de su época; un mensaje que debemos comprender y que hacemos nuestro todos los días de nuestra vida, en un mirar a ese Dios de las alturas, no por lejano sino por insondable.
  Intentando interpretar sus palabras es que nos animamos, desde hace unos meses, a integrar la pastoral penitenciaria que viene llegando nuestra iglesia y las de otros hermanos cristianos en todas las cárceles del país.
  Se trata de llegar a quienes no tienen otra forma de hacerlo si no otra vez nuestro, pues ha sido condenados por su pasado que yace impreso en su presente de privación.
  Son personas algunas muy jóvenes, otras no tanto, algunas que han envejecido dentro de esos esas paredes de esos cercos.
  Son personas que no conocen, que no han conocido, a Dios como tantos en nuestro país y reciben el primer anuncio ya presos.
  Nos manifiestan su pesar su arrepentimiento, el dolor por sus familias, con otros integrantes también presos como ellos. Con su dolor por estar ahí y con su mayor temor que consiste en su salida, en el fin de la reclusión. Con las tentaciones que los esperan en esa siempre pensada salida, que conlleva el miedo de volver a delinquir, de volver hacer daño y de regresar a esa institución, que contradictoriamente ha sido por un tiempo largo su hogar; y en la cual también tienen sus tentaciones.   Hay quienes manifiestan estar peleando contra la droga.
Muchos son chicos inteligentes, capaces, algunos siguen estudiando; otros no quieren hablar pues su pobre léxico no se los permite. Ya escucharlos es un apoyo, enseñarles a orar, intentar que la fe los ilumine. Escuchar, orar y callar sobre lo que expresan. No su callar sobre angustia y sus necesidades.
  Muchos han cometido actos temibles y pueden volver a cometerlos. Ahora están ahí.

  Por último una palabra para los guardias. Son pocos y a veces también tienen miedo. Nos tratan con suma amabilidad y son absolutamente serviciales.








domingo, 26 de agosto de 2018

BIBLIA

La Biblia, ayer y hoy
  Estamos muy acostumbrados a que en un libro, más o menos voluminoso, encontremos la palabra de Dios. Sea este un libro en papel o un ebook. 
  Cada vez más el texto (digital) no existe como símbolo escrito. Son solos ceros y unos (bits). Podría esto interpretarse como una línea (secuencial, temporal). Hay un conjunto de ideas que guían la lectura de los mismos textos, que han nacido como historias e imágenes. Hay infinitos textos pero todos dicen lo mismo.
  En la antigüedad no existió la biblia como tal. Pensemos en esa era analógica, por llamarlo de alguna manera: existen un conjunto de textos sagrados dispersos, simultáneos, que no todos dicen lo mismo. Existen en la cabeza de cada familia donde cada la noche los padres relatan como cuentos la historia sagrada. Un conjunto de relatos e imágenes que se volverán a repetir el sábado o el domingo.
  En cada hogar, los padres y sus hijos, sus abuelos, los primos, están sentados sobre el piso o sobre una piedra, fuera de la casa, en la tardecita calurosa. Pronto refrescará. No se sientan en torno al fuego. La leña es escasa y la han utilizado: ramas, hojas, raíces, yuyos secos, para cocinar el pescado y el pan, o solo el pan. Cada tanto, como tomando un trago de un manjar exquisito alguien se levanta y bebe unos sorbos de agua. Enseguida reparte unos tragos breves. El agua ha sido traía a última hora del manantial para que esté más fresca.
  Los relatos se suceden, unos gustan más que otros y son más pedidos. Al día siguiente, con una vara como bastón jugarán los niños a hablar ellos con Dios. Los más chicos escucharán a los más grandes y querrán participar.
  Los rollos escritos serán pocos y no dirán lo mismo. En las miles de cabezas se ha guardado la historia. Que es siempre distinta, pero siempre dice lo mismo.
  Lejos, muy lejos, detrás del monte estarán los que no pueden dormir. Los que preparan su pelea por cosas a las que ellos mismos han atribuido valor.

viernes, 13 de julio de 2018

VISIÓN GLOBAL DE LA BIBLIA

La Biblia (libros) antiguo y nuevo testamento ha sido escrito por hombres inspirados por Dios, cuyas palabras fueron dirigidas a los hombres de su época. Todo el conjunto de escritos fue trasmitido de forma verbal y luego escrito. Escrito para ser escuchado como palabra oral.
La superficie espacio temporal que abarca intenta sintetizar alrededor de cuatro mil años y las zonas geográficas donde fueron desarrollándose.


miércoles, 9 de mayo de 2018

SACRAMENTOS Y SACRAMENTALES


   Los sacramentos están definidos en el Catecismo de la Iglesia Católica, 1113 y siguientes. Son siete: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio.
   El catecismo de la iglesia católica comienza a definir los sacramentales en el ítem 1667 como signos sagrados que imitando a los sacramentos expresan efectos espirituales que disponen a los hombres a recibir los sacramentos y santifican las diversas circunstancias de la vida.
   Agrega luego agrega bajo el subtítulo La religiosidad popular en el ítem 1674 «Además de la liturgia sacramental y de los sacramentales, la catequesis debe tener en cuenta las formas de piedad de los fieles y de religiosidad popular. El sentido religioso del pueblo cristiano ha encontrado, en todo tiempo, su expresión en formas variadas de piedad en torno a la vida sacramental de la Iglesia: tales como la veneración de las reliquias, las visitas a santuarios, las peregrinaciones, las procesiones, el vía crucis, las danzas religiosas, el rosario, las medallas, etc. (cf Concilio de Nicea II: DS 601;603; Concilio de Trento: DS 1822)»
   Es por demás claro que esta peregrinación realizada a Tierra Santa constituye un acto de religiosidad popular, no está tan claro si se constituye en un sacramental, aunque podría decirse que sí. La misa diaria, la lectura constante de los Evangelios en los sitios visitados, la oración permanente, la renovación del bautismo o del matrimonio…
   Pero pienso que fundamentalmente se constituye en un Sacramental por la ayuda que brinda a posteriori. Como comentaba en la entrada del 9 de mayo de 2017, lo vivido durante el transcurso de la peregrinación nos facilita enormemente la comprensión de muchos pasajes bíblicos. Tal como lo venimos comentando en este blog, para que sirva de ayuda a quienes no ha podido conocer esos lugares, este mejor conocimiento apoya la preparación de la Eucaristía en cada celebración.


viernes, 6 de abril de 2018

OCTAVA DE PASCUA


Fresco de la iglesia Santa Rosa de Lima
Desde el domingo de resurrección por ocho días (desde el domingo de Resurrección hasta el domingo de la Divina Misericordia) se celebra la resurrección del Señor dentro de una unidad, como si fuera un solo día. Son los primeros ocho días de los cincuenta  de la Liturgia de tiempo pascual, que concluye en Pentecostés.
Los católicos de occidente, también miramos a oriente. Como celebramos en comunidad, no oramos solos, lo hacemos dentro de un templo que mira al altar situado dentro de un conjunto de imágenes, columnas, que muestra una proyección hacia oriente, hacia el lugar donde ocurrieron los hechos.
Un sencillo altar de capilla, una parroquia —quizá transformada en iglesia— o una catedral,  donde encontramos un altar sólido. El altar es el símbolo del Gólgota, es el lugar del sacrificio único que ahora recreamos de forma incruenta en cada misa.
Los laterales del templo son un camino perlado de narraciones de la historia de la salvación.
Tenemos formas distintas de pensar. En occidente pensamos en ideas, pero la Biblia no contiene ideas, contiene imágenes y hechos.
Para una persona de oriente celebrar un acontecimiento es asumirlo. Deberíamos salir de la misa como enviados, como sacerdotes en los que fuimos instituidos durante nuestro bautismo. Para nosotros primero es pensarlo, transformarlo en idea y “del dicho al hecho”
Tenemos que pensar que así como hicimos ayuno, oración, limosna, durante la cuaresma y los viernes asistimos al viacrucis, éste es otro tiempo.
Presenciamos ahora a un Dios vivo, a un Dios resucitado. Si Cristo no hubiera resucitado vana es nuestra fe, dijo San Pablo.
Hemos de asumir la alegría de la presencia viva de Cristo en nuestros corazones y ser capaces de trasmitirla de forma continua, sin por eso, dejar dejar de lado los preceptos de la cuaresma.


jueves, 29 de marzo de 2018

JUEVES SANTO


     Jesús después de la última cena se dirige al monte de los Olivos para orar al padre.

Atrás ha quedado su nacimiento en un pesebre
Su vida en la Sagrada Familia

Su vida de trabajo, al igual que José: carpintero.
Sus predicaciones, sus parábolas, sus enseñanzas
El anuncio del Reino de Dios
Sus signos, sus milagros

Ha dejado a sus discípulos, a los apóstoles
Acababa de instituir la Eucaristía

     Se dirige a dar el sí al Pare, un sí libre y voluntario para realizar la más grande de sus obras
     Al pie de la cruz encontrará a María, como cuando vino a este mundo

viernes, 23 de marzo de 2018

DOMINGO DE RAMOS



Fresco de la iglesia Santa Rosa de Lima
ciudad de Santa Rosa

   La Semana Santa comienza el Domingo de Ramos y ese día la celebración comprende dos pasajes del Evangelio.
   Es bastante usual que después de la lectura del primer pasaje haya una pequeña procesión que puede ser en el interior del templo; continúa luego la celebración tradicional, con las tres lecturas por parte de laicos y luego se lee la pasión. En ésta pueden participar además del sacerdote otros dos lectores.
   Se trata de dos pasajes muy diferentes que pueden parecer hasta opuestos:

      a)      La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén
      b)      Pasión de nuestro Señor Jesucristo



       a)   La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.

En un signo de humildad Jesús ingresa a Jerusalén montado en un asno. Había viajado sobre un asno estando todavía en el vientre de María, cuando José y la Virgen se trasladaron a Belén para el censo. Posteriormente, viajaría después de su nacimiento rumbo a Egipto, también sobre un borrico.               Sobre una mula se trasladó el rey Salomón, hijo de David, hasta el lugar donde se le iba a ungir como rey. 
Dice el profeta Zacarías (Za 9,9)   “…he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno,”
Mc 11,7) Traen el pollino donde Jesús, echaron encima sus mantos y se sentó sobre él. 8) Muchos extendieron sus mantos por el camino; otros, follaje cortado de los campos. 9) Los que iban delante y los que le seguían, gritaban: « ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! 10) ¡Bendito el reino que viene, de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!» 11) Y entró en Jerusalén, en el Templo, y después de observar todo a su alrededor, siendo ya tarde, salió con los Doce para Betania.
Fresco de la iglesia Santa Rosa de Lima
ciudad de Santa Rosa

b)     Pasión de nuestro Señor Jesucristo
Iré agregando comentarios a través de la semana, por el momento diré que:
Hace unos años solía asistir a la misa que se celebraba en el convento de las Benedictinas en el Pinar. Unos días antes de Semana Santa me invitaron a hacer la primera lectura, lo recordé hoy miércoles 21, en un breve texto del libro del profeta Daniel se repiten varias veces de forma sucesiva tres nombres algo complicados. Haciendo mi mayor esfuerzo logré salvar el trabalenguas.
En el evangelio de la pasión, que como decía al comienzo, se lee a posteriori, pueden intervenir tres actores. El que lleva los diálogos de Jesús, que es el sacerdote, el que representa a los otros personajes (en ese momento lo leyó mi señora) y el  comentarista. Yo tuve en esa oportunidad la enorme gracia de poder ser el tercer lector. Había también algunos pasajes de los comentarios cantados por las hermanas.
Me es imposible describir mis sentimientos en ese momento. el día anterior llevé a mi casa el texto para practicar la lectura. Comencé leyendo con voz elevada, como suelo hacerlo, hasta con alegria. En esa pequeña parroquia no había altavoces. Instante a instante me fui sumergiendo en el texto.
Llegué al momento de la oración en el Getsemaní, cuando Jesús vuelve a despertar a los tres discípulos que duermen y vino a mi memoria cuántas veces uno debió haber dicho algo y no lo dijo, y tal vez no hubo luego otra oportunidad.
Leí el pasaje de la negación de Pedro. El juicio...
Mi voz fue cambiando con la historia. Por supuesto solo nosotros hablábamos y el silencio era profundo, sentido.
Hubo un momento en que las hermanas se arrodillaron y las siguieron el resto de los presentes. “Elí, Elí…”
No puedo describir lo que fue el silencio y lo bajo que pude hablar… Nunca olvidaré ese momento y nunca se volverá a repetir. Un momento de dolor y gratitud.
Días después una de las hermanes, con esa infinita bondad que suelen tener, me dijo «nunca había oído a nadie leer tan bien este texto. Y se imagina que lo he oído leer unas cuántas veces»
Durante las celebraciones del domingo de ramos, que siguieron, he aprendido a ecuchar, a meditar, a sentir ese pasaje. Reconozco que antes, muchas veces había llegado a aburrirme. 

    Se trata entonces de una celebración con dos sentimientos:

a)      El deseo de los hombres. Pensando como tales.
b)      El deseo de Jesús. Cumplir el mandato del padre.

a)      Hossana (sálvanos ahora) pasa en ese único momento de ser un ruego, un pedido al Señor, que se repetía en la fiesta de los tabernáculos, en el salmo 118 —a una exclamación de alegría— ¡el Señor llega a salvarnos! Es la lógica representación de un deseo humano del que no escapó el propio Pedro (Mc 8,32) en su momento.

b)      Hossana a mi Señor, correspondería a abrir el corazón para permitir que reine en nosotros, y si y solo si tuviéramos esa gracia, podríamos decir con alegría Hossana a mi Señor. Sálvame ya Señor.


a)      No es extraño que durante la entrada de Jesús en Jerusalén las expresiones de súplica del salmo se transformaran en gritos populares de júbilo, en definitiva: (Mt 11,25) «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños…» Aunque quizá algunos de ellos días más tarde gritaran «crucifícale»

b)      El mayor temor consiste en que Jesús pase a nuestro lado y no lo veamos, no nos demos cuenta. Decimos con el cántico “Con nosotros está y no le conocemos…”

Escuché decir a un celebrante, en una oportunidad que también podríamos pensar en otra distinción:

a)      Una Fe inicial
b)      Una Fe madura

miércoles, 24 de enero de 2018

EL SEMBRADOR

     El evangelio del día nos trae la parábola del sembrador Mc 4, 1-20. Jesús enseñaba desde la barca a la multitud reunida a orillas del mar.
     Miramos desde la orilla, parados sobre las pequeñas rocas gastadas. Miramos hacia el mar de Galilea, tranquilo, con sus olitas pequeñas en un día soleado y con una atmosfera no demasiado traslucida.
     Estamos solos. Podemos sentirnos uno más de ese grupo grande, del que lo veía sobre la barca que flotaba deslizándose por la costa, acaso, mientras alguno de los apóstoles remaba.
     Comenzamos a sentirnos parte de ese grupo grande y nos preguntamos si llegaría a nosotros su palabra, si tan solo lo oiríamos.
     En ese entorno, Jesús sentiría nuestra reacción, nuestra respuesta a su palabra… y memorizamos el evangelio de Marcos, el sembrador siembra al boleo, siembra para todos... habla desde la barca para todos los ahí reunidos:
  • Unos han ido siguiendo un grupo de personas y permanecen alejados, no escuchan, se distraen. Quizá ni sepan por qué están ahí.
  • Otros parecen escuchar pero al primer comentario opuesto, o al primer encontronazo cambian de tema.  
  • Otros escuchan, les gusta y cuando se van, ya en el camino piensan en la pesca, en la comida o tan solo en disfrutar de un baño al sol.
  • Otros la escuchan y la practican. La trasmiten, de tal forma que así llega a nosotros, repetida de forma incansable, escrita por el evangelista inspirado, traducción tras traducción, copia tras copia por dos mil años; a mano: en papiro o papel; como texto impreso; hasta que llega a nosotros de muchas maneras, incluso como un conjunto de bits. Llega de tantas formas diferentes, y así sigue…, golpeando cada día a la puerta de nuestros corazones.

  
      …¿Dónde estaremos nosotros, en qué grupo?