QUMRAN DOCUMENTO 7Q5
En la página Qumrán
indicamos “Entre los textos de Qumrán no hay ningún texto
del Nuevo Testamento ni ningún escrito cristiano”
Los documentos del mar muerto fueron encontrados en once
cuevas y se identifican con el número de
la cueva, seguido de la letra “Q” y del orden con que fue clasificado. Esto
significa que el 7Q5 es el quinto documento de la cueva siete.
Los documentos encontrados en esta cueva tienen diferencias
con los hallados en las restantes cuevas.
- Están escritos en griego, en lugar de hebreo (mayoría) o arameo.
- Están escritos en papiro en lugar de pergamino. El papiro permite escribir solo a una cara, en cambio en el pergamino (cuero) se escribe sobre las dos caras. Era además más costoso.
Se encontraron diecinueve documentos, muchos de los cuales
habían sido fragmentados por los beduinos al ser vendidos y de ese modo adquirir más
valor.
El 7Q5 es un trozo de documento de tan solo 3.9 cm de alto
por 2.7 cm de ancho máximo y aún en este pequeño trozo no todas las letras son
legibles.
En 1972 el sacerdote español O’Callaghan al no hallar
coincidencias de lo escrito con textos del antiguo testamento probó con letras que podrían formar parte de
la palabra Genezaret. De esta forma comparó el texto encontrado con Mc 6, 52-53
Como comentario profano, no deja de ser interesante
vislumbrar el razonamiento empleado. Hay que entender que no existían vocales
en la escritura y que las palabras se escribían sin espacios, utilizando cada
letra la misma área.
La imagen muestra las dificultades de este tipo de
interpretaciones. A la izquierda, marcada con una elipse roja están las letras
que formarían parte de la palabra Genezareth. El resto, tomado de la página de
aciprensa, muestra como encajaría el resto del texto evangélico con las
palabras encontradas, algunas de ellas no completamente explícitas.
El texto, al principio, estuvo identificado con un pasaje del
pasaje bíblico de Henoc.
52 pues no habían entendido lo de los panes, sino que su
mente estaba embotada.
53 Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y
atracaron.
Los esenios, grupo religioso judío que habitó en Qumrán lo
dejaron hacia el año 68 DC con la invasión de las legiones romanas, que resultó
en la destrucción del segundo templo de Jerusalén (70) y de varias fortalezas judías (Masada 73/74).
Sin embargo también pudo haber sido escrito, dadas las
diferencias, por un grupo cristiano posterior a los esenios, ya que incluso la
vasija que se encontró es diferente a las encontradas en otras cuevas.
De hecho si en la cueva siete hay pasajes del Evangelio de
Marcos o no, esto no implica ningún cambio en su significado religioso, puede
significar sí el cambio en algunos años del momento en que se escribió el
evangelio o una parte de él y para los exégetas y estudiosos si puede
significar cambios importantes en el análisis de las escrituras, épocas, formas
de escritura etc.
Aparte de que los dos primeros documentos de la cueva 7
parecen estar identificados como pertenecientes al antiguo testamento y que hay
nuevos aportes a la teoría del padre O’Callaghan, también subsisten quienes
afirman que se trata de un texto de Henoc.
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