SAN JOSÉ

Parece lógico entonces preguntarnos acerca de su vida, la vida de un hombre que tuvo a su cargo a Jesús y a María, que fue responsable por ellos y que no ha sido prácticamente mencionado en los evangelios. Debido a esto es que he realizado estas inquisiciones y no por el mero hecho de realizar una investigación semiótica de los textos, cosa que no es para nada mi intención.

Veamos a que se dedicaba San José, cuáles eran sus tareas, sus obras, donde las realizaba y que necesitaba para ello. El Evangelio de Mateo se refiere a que José era carpintero (en la Biblia de Navarra está traducido como artesano). Marcos dice que Jesús era carpintero. Los otros dos evangelistas nombran a Jesús como hijo de José.

No sabemos a ciencia cierta el significado de la expresión que tenía la palabra carpintero en esa época, si trabajaba la madera, si también el hierro y la piedra; si realizaba obras, construcciones, más o menos importantes. Lo cierto es que viviendo en Nazareth un muy humilde poblado olvidado en su época, cerca de la cima de un monte, no debió tener en ese sitio forma de desarrollarse profesionalmente. Tendría ahí su vivienda. Puede que hasta un modesto taller. Pero mirando el mundo cercano de la época no nos queda otra opción que decir que sus clientes estaban en Séforis. Ciudad que no es citada nunca en la Biblia. 

También muy cerca de Nazareth y casi a la misma distancia que Séforis se encontraba Caná, sin embargo, aparentemente se trataba también, en la época, de un muy pequeño poblado, a tal punto que su nombre se asocia con dos poblaciones posibles.

En las figuras que siguen he marcado, sobre una vista aérea actual, el camino que debió seguir José para llegar a Séforis o a Caná. En cualquiera de los casos debió subir una cuesta empinada y luego descender hasta llegar a la planicie de cualquiera de las dos ciudades.

Séforis era una importante metrópolis romana de la cual pe

rmanecen bien visibles, hoy en día, sus restos arqueológicos. En esta ciudad Pompeyo había instalado uno de los cinco consejos administrativos de Palestina. Posteriormente Herodes Antipas hizo construir, alrededor del año 20, la ciudad de Tiberíades (en honor al emperador Tiberio). Ésta pasó a ser el centro administrativo romano y capital de la región de Galilea. A partir de ese momento Séforis fue perdiendo importancia, la que recién pasó a tener nuevamente después de la revuelta de Bar Kojba cuando Roma prohibió la entrada de judíos a Jerusalén hacia el año 138. También hay indicios de pobladores cristianos habitando en ella en la época Bizantina, adjudicándose por los cruzados el nacimiento de Joaquín, el padre de la Virgen María en esta ciudad, donde quedan los restos de una iglesia del siglo III o IV. Por otra parte, el protoevangelio apócrifo de Santiago nombra a Joaquín y Ana, los padres de María la madre de Jesús, como viviendo en Nazareth.

Como en todas las ciudades de la región, y me refiero ahora a Egipto, Asia Menor y toda la región del cercano oriente pasando por Israel y Siria. Es decir, la zona del imperio de Alejandro Magno. En toda esa zona el idioma hablado para cualquier intercambio era el griego común (griego koiné). Otra conclusión que podemos obtener es que José para esas tareas debió hablar además del arameo, y aunque sea en parte, el griego koiné.

Séforis tendría años más tarde una fuerte tradición judía (rabínica) y posteriormente cristiana, siglos III y IV. Actualmente está habitada en su mayoría por musulmanes.

José debería viajar a diario, atravesar el monte y recorrer los seis quilómetros que separan esas poblaciones. Es de suponer que llevaba sus herramientas y elementos parcialmente construidos a lomo de burro. Quizá, en algún momento, el mismo burro que utilizó María para el viaje a Belén. Por otra parte, en esos viajes José debió transportar las principales herramientas, quizá sin mango para aliviar volumen y peso.

Es posible que para estas tareas se sirviera de ayudantes de la región y que más tarde hiciera el recorrido junto a su hijo.

Siendo mayor Jesús aprendería con José su oficio y le acompañaría posteriormente a Séforis como colaborador o socio. No es extraño que, conociendo la ciudad, poblada mayormente por gentiles y habiendo sido Jesús enviado a las ovejas de Israel, a pesar de la cercanía, no haya mención en los evangelios de que haya predicado allí.

Muchas versiones representan a José como un hombre viejo, fallecido bastante antes que Jesús comenzara su misión. Esto no se deduce de los textos. Por el contrario, la actividad desarrollada por José nos hace pensar en un hombre joven y fuerte. Incluso Juan se refiere a José y María como hablando de personas vivas. Juan 6:42 Y se decían: «¿Acaso no es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre?

Sí es claro que para la época de la pasión y parte de la vida pública de Jesús ya su padre terrenal había fallecido.

Conclusiones: José el padre terrenal de Jesús aparece en los textos como un hombre joven, fuerte, con una profesión respetada que le permite trabajar en las ciudades y mantener con holgura a su familia. Fue un hombre con cierta cultura y conocido por los judíos fuera de su tierra de residencia, principalmente por sus obras y posiblemente por su participación (junto a María) en la sinagoga (no se han conservado restos de una sinagoga de la época). Ya ha fallecido durante la predicación de Jesús, pero pudo aun estar vivo cuando esta comienza.

Jesús en su tierra (Nazareth)

Marcos 6,2… —¿De dónde sabe éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es la que se le ha dado y estos milagros que se hacen por sus manos? 3 ¿No es éste el carpintero (artesano), el hijo de María, y hermano de Santiago y de José y de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros? Y se escandalizaban de él. 4 Y les decía Jesús: — No hay profeta que no sea menospreciado en su tierra, entre sus parientes y en su casa. 5 Y no podía hacer allí ningún milagro; solamente sanó a unos pocos enfermos imponiéndoles las manos. 6 Y se asombraba por su incredulidad…

He puesto el texto de Marcos en primer lugar puesto que en la actualidad se cree que fue el primer evangelista, que escribió entre los años 60 y 65 de nuestra era. Marcos, además de la tradición oral que podía existir ya en esa época temprana recibió información directa de Pedro; hasta tal punto que su Evangelio pudo llegar a llamarse el evangelio de Pedro. También estuvo con Pablo y Bernabé. En Jerusalén estuvo con Santiago (el mayor) y con Juan apóstol. Pedro, pescador de Cafarnaúm pudo no haber sabido demasiado de Jesús antes de que comenzara su camino. Las otras bases de la información de Marcos no fueron más que testigos secundarios. De hecho, ni siquiera nombra a San José. Menciona a María, su madre y a sus “hermanos y hermanas”. Algunos exegetas piensan por lo escrito: “el hijo de María” que para ese momento José ya había fallecido. También Marcos menciona a Jesús como carpintero. Profesión lógica aprendida con su padre terrenal y desarrollada por muchos años en conjunto. Pedro si debió conocer esta profesión de Jesús.


Mateo 13,54… —¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos poderes? 55 ¿No es éste el hijo del carpintero (artesano)? ¿No se llama su madre María y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? 56Y sus hermanas ¿no viven todas entre nosotros? ¿Pues de dónde le viene todo esto? 57Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: — No hay profeta que no sea menospreciado en su tierra y en su casa. 58Y no hizo allí muchos milagros por su incredulidad.

Mateo por el contrario había comenzado su Evangelio con una genealogía de Jesús y había escrito sobre los hechos ocurridos al momento de su nacimiento. Por lo tanto, había mencionado en reiteradas ocasiones a José. Para él lo que importa es que José era carpintero. El evangelista que escribió entre los 80 y los 90 da muestras cabales de conocer perfectamente el evangelio de Marcos, el que incluye en gran parte en sus propios textos, a veces modificado o cambiado de sitio, otras no.


Lucas 13, 32 Todos daban testimonio en favor de él y se maravillaban de las palabras de gracia que procedían de su boca, y decían: —¿No es éste el hijo de José? 23Entonces les dijo: —Sin duda me aplicaréis aquel proverbio: «“Médico, cúrate a ti mismo”. Cuanto hemos oído que has hecho en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu tierra».


Lucas nos realiza un relato similar al de Mateo, con antecedentes similares respecto al nacimiento de Jesús. Salvo que en lugar de definir al padre terrenal de Jesús por su profesión lo hace por su nombre.


Juan 1, 45… Hemos encontrado a aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los Profetas: Jesús de Nazaret, el hijo de José. 46Entonces le dijo Natanael: — ¿De Nazaret puede salir algo bueno? — Ven y verás — le respondió Felipe.


Juan 6, 41 …Los judíos, entonces, comenzaron a murmurar de él por haber dicho: «Yo soy el pan que ha bajado del cielo». 42Y decían: — ¿No es este Jesús, el hijo de José, de quien conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo es que ahora dice: «He bajado del cielo»?

El evangelista Juan nombra dos veces a José como padre de Jesús. La primera vez cuando Cristo comienza a seleccionar a sus primeros seguidores entre los discípulos de Juan. Lo define a Jesús por su lugar de residencia y como hijo de José. 

En la segunda oportunidad toma un relato de significado similar al de los sinópticos salvo que el comentario lo hacen los judíos en lugar de los habitantes de Nazaret. Nuevamente Jesús es referido como el hijo de José. Sin embargo, hay un agregado interesante: “de quien conocemos a su padre y a su madre”. Es decir, los judíos conocían a María y José. Cabría preguntarse si este diálogo, de ser correcta la traducción de la biblia de Navarra, no implica que ambos están con vida…



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